Hay dos reportajes recientes en The Chronicle of Higher Education que me traen a mente el fenómeno de los superestrellas a nivel universitario. El Massachusetts Institute of Technology va a certificar a quienes terminen sus cursos en el internet (esta empresa se llama MITx) (link). MITx espera atraer a millones de estudiantes de todo el mundo. Y aunque cabe señalar que el certificado de MITx va a ser distinto que el titulo que reciben los estudiantes en residencia, no sabemos como el mercado valore estos certificados. De la misma forma, un grupo de profesores encabezados por Sebastian Thrun (quien trabajaba en Stanford) han creado una empresa de internet llamada Udacity (link). En ella espera poder atraer 500,000 estudiantes en-linea. De hecho un curso impartido en linea el año pasado por Andrew Ng de Stanford atrajo a 94,000 estudiantes!
Hasta que punto, se puede recrear en el internet lo que se enseñamos en el salón? Que tan fácil es sustituir una educación donde la mayoría del aprendizaje es a través de interacciones humanas con compañeros y profesores, a una educación en línea? Mientras que el rol del profesor puede ser sustituido en línea y la comunicación alumno-maestro restablecida por chats y e-mail, lo que este sistema realmente adolece es la interacción informal con otros compañeros. Justamente esta interacción es la ventaja de una Universidad residencial: donde en reuniones, cenas y fiestas se aprende tanto como lo que se aprende en el salón. Importantemente, esta comunicación informal es más valiosa entre estudiantes con distintos intereses, con distintas vivencias y experiencias, y que cursen distintas carreras, y es una de las ventajas de una educación liberal como la que ofrecemos en Pomona College. Será interesante ver que pasa, y no se sorprendan si en un futuro me ven dando clases en línea.