En las paginas de opinión de hoy del New York Times, el Profesor Dowell Myers (link) presenta en “The Next Immigration Challenge” tres resultados empíricos sobre la migración mexicana a los Estados Unidos: (1) la política migratoria norteamericana debe de ser mas incluyente, especialmente en proveer clases de inglés para los nuevos migrantes; (2) la asimilación de los migrantes mexicanos no es distinta a las olas anteriores de migración (Alemanes, Irlandeses, Italianos, etc…); (3) que debido a la transición demográfica en México donde la tasa de nacimiento ha disminuido durante los últimos treinta años, la migración neta es cero ó negativa.
Es difícil estar en desacuerdo con el primer punto, aunque como Economista estoy convencido que no hay que subsidiar la oferta, sino incentivar la demanda. Sobre, el segundo punto hay aún un debate intenso en círculos académicos, pero vale la pena señalar que cualquier estimando va a capturar un sesgo inferior. Ser de etnicidad latina o no en el censo, y otras encuestas, es reportado por cada sujeto encuestado. Aquellos hijos y nietos de migrantes mexicanos que mejor se asimilan a los Estados Unidos no reportan ser latinos (link) y empíricamente son indistinguibles a otros americanos. El tercer punto es importante. Gordon Hanson y Craig Macintosh (link) han argumentado este punto durante los últimos años: pero la transición demográfica en México no es suficiente, también tiene que haber una transición económica donde se generen más empleos. En esto, que partido gane las siguientes elecciones en México, es importantísimo para la política social americana. La mejor manera de enfrentar el “siguiente reto sobre migración” es generando las condiciones suficientes para que el capital humano mexicano se quede en México. Ese es el verdadero reto.